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sábado, mayo 10, 2025

Cómo protegerte legalmente en caso de desahucio

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Paula Roizo
Paula Roizo
Paula Roizo es una abogada especializada en derecho civil y mercantil con más de 10 años de experiencia en el campo. Su enfoque en el análisis de leyes y su capacidad para interpretar y explicar de manera clara y accesible las novedades legales la convierten en una referente dentro del ámbito jurídico. Con un profundo interés por la evolución de la jurisprudencia y las políticas públicas, Paula escribe para el diario de noticias legales, aportando su visión experta sobre los cambios legislativos y las implicaciones de las nuevas sentencias. Además, es apasionada de la educación jurídica, impartiendo conferencias y cursos para compartir su conocimiento con otros profesionales del sector.

Una notificación de desahucio nunca es una buena noticia. Puede llegar por impago del alquiler, por una deuda hipotecaria o incluso tras un conflicto familiar. Sea cual sea la causa, lo importante es no bloquearse. Lo que hagas en los primeros días puede marcar la diferencia entre una solución y un problema aún mayor.

Comprender la situación antes de actuar

No todos los desahucios responden al mismo motivo ni siguen el mismo procedimiento. Los más habituales tienen que ver con el impago del alquiler o la hipoteca, pero también hay casos en los que el propietario inicia un proceso por mal uso del inmueble o porque el contrato ya ha terminado y no quiere renovarlo.

Lo primero es leer con calma toda la documentación que recibas. Si te ha llegado una demanda judicial, probablemente venga con una citación del juzgado para que respondas en un plazo determinado. No lo dejes pasar. A partir de ese momento, los días cuentan.

Tiempo limitado para reaccionar

En la mayoría de los casos, dispones de 10 días hábiles para presentar alegaciones si consideras que el desahucio no está justificado. Ese margen puede parecer corto, pero es más que suficiente si te asesoras bien. Contar con un abogado en esta etapa es clave.

Si el problema es una deuda de alquiler, y es la primera vez que te reclaman judicialmente, puedes evitar el desahucio simplemente pagando lo que debes dentro del plazo establecido. A esto se le llama enervar la acción de desahucio, y puede darte una segunda oportunidad.

No todo el mundo puede permitirse contratar un abogado privado. Por eso, existe el derecho a la justicia gratuita. Si tus ingresos no superan ciertos límites, puedes solicitar asistencia jurídica gratuita en el colegio de abogados de tu ciudad. Esto te permitirá tener representación legal sin coste alguno durante todo el proceso.

En casos especialmente delicados (por ejemplo, si hay menores, personas mayores o con discapacidad en la vivienda) también puedes acudir a los servicios sociales. Muchas comunidades autónomas tienen programas de mediación y asesoramiento para frenar desahucios y buscar alternativas.

Hablar puede ser una solución

Aunque estés en una situación difícil, no descartes negociar. Muchos propietarios prefieren un acuerdo amistoso antes que iniciar un procedimiento largo y costoso. Puedes proponer un calendario de pagos, una reducción temporal del alquiler o incluso pactar una salida con condiciones.

En desahucios hipotecarios, los bancos a veces ofrecen la dación en pago, que consiste en entregar la vivienda para cancelar la deuda. También hay opciones como los alquileres sociales o las reestructuraciones, sobre todo si puedes demostrar buena voluntad y disposición para encontrar una solución.

Eso sí, cualquier acuerdo que alcances debe quedar por escrito. Si puedes, hazlo con el respaldo de un abogado o una entidad de confianza.

Cuando ya no es posible evitar el lanzamiento (la expulsión del inmueble), aún puedes pedir al juzgado que lo suspenda por situación de vulnerabilidad. Este recurso no es automático, pero si puedes acreditar que te encuentras en riesgo de exclusión social o económica, el juez puede aplazarlo varios meses.

Además, algunas administraciones ofrecen ayudas para el realojo o el acceso prioritario a viviendas de emergencia. Puede no ser la solución ideal, pero es un punto de partida para reconstruir tu situación.


Un desahucio nunca es fácil, pero tampoco asegura que estés indefenso. Con la información adecuada, asesoramiento legal y un poco de iniciativa, puedes ganar tiempo, proteger tus derechos y encontrar una salida digna. No enfrentes el problema en soledad, pide ayuda lo antes posible.

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